¿CUÁLES SON LAS CIUDADES RESILIENTES DE MÉXICO?
En el país, cinco ciudades forman parte de la Red de Ciudades Resilientes porque se han comprometido con la construcción y la inversión en resiliencia urbana. Conoce cuáles son las ciudades resilientes de México.
Cada día, el término “resiliencia” se va integrando a nuestro vocabulario más cotidiano. No se diga en el ámbito del urbanismo, cuando las ciudades se enfrentan a impactos o a catástrofes que las ponen en riesgo.
En este sentido tan específico, la resiliencia urbana es la capacidad de una ciudad expuesta a una amenaza para resistir, absorber, adaptarse y recuperarse de sus efectos de forma oportuna y eficiente, lo que incluye la preservación, restauración de sus estructuras y funciones básicas.
Tanta importancia tiene la resiliencia urbana que, en 2013, la Fundación Rockefeller instauró la Red de Ciudades Resilientes como parte de su iniciativa del Centenario Global. Esta red está compuesta por cerca de 100 ciudades en todo el mundo, con presencia en más de 40 y seis regiones, y reúne conocimientos, prácticas, asociaciones y financiamiento para empoderar a sus miembros, a fin de construir ciudades seguras y equitativas para todos.
Compartiendo el mismo lente común para la resiliencia urbana holística, 100 Ciudades Resilientes (100RC) tiene 18 miembros en la región de Latinoamérica. En México, cinco ciudades pertenecen a la red: Ciudad Juárez, Colima, Ciudad de México, el Área Metropolitana de Guadalajara y Monterrey.
LA RESILIENCIA DE CIUDAD JUÁREZ
En las últimas décadas, Ciudad Juárez ha cobrado fama por ser escenario de violentos hechos relacionados con las drogas. Sin embargo, los esfuerzos concertados del gobierno, las organizaciones civiles y los residentes locales para fortalecer los sistemas de aplicación de la ley y la mitigación de riesgos han comenzado a surtir efecto.
Es por ello que, en diciembre de 2014, Ciudad Juárez fue elegida para formar parte de 100RC. Así que en 2015 inició el proceso para elaborar el diagnóstico de resiliencia para la ciudad, participando 600 personas que ayudaron a identificar los desafíos apremiantes y a sugerir posibles vías para atenderlos.
La estrategia de resiliencia está compuesta por cuatro pilares, 11 metas y 33 acciones y son una guía para alcanzar el ideal de ciudad resiliente. De los cuatro pilares de la estrategia destaca el de Juárez Adaptada, que implica el cambio climático, como la escasez de agua, las olas de calor o las inundaciones, aplicando la resiliencia como elemento transformador.
LA RESILIENCIA DE COLIMA
Colima es un polo en crecimiento por su industria, comercio y servicios. No obstante, la ciudad también se enfrenta a una serie de riesgos ambientales. Es el caso del terremoto del 2003, que hirió a cientos de personas y dejó a 10,000 sin hogar. También, en 2015, un huracán causó daños a la infraestructura por inundaciones.
La respuesta gubernamental a estos siniestros determinó que, en 2016, Colima fuera seleccionado para integrarse a 100 RC. A partir de entonces, el gobierno municipal, de la mano de especialistas internacionales, ciudadanos e instituciones de diversos sectores de la sociedad, construyó una agenda de estrategia de resiliencia urbana con un horizonte a 2030 orientada hacia la visión de un futuro resiliente para la ciudad.
Integrada por 50 acciones organizadas en 12 metas y cuatro ejes, la estrategia de resiliencia está orientada a construir una Colima:
- Preparada ante desastres naturales y antropogénicos.
- Social y económicamente próspera.
- Urbanísticamente integrada.
- Ambientalmente sostenible.
LA RESILIENCIA DE LA CIUDAD DE MÉXICO
La Ciudad de México es la urbe más grande del hemisferio occidental y la octava más rica del mundo. Es el hogar de más de 20 millones de habitantes, pero un gran porcentaje vive en condiciones de extrema vulnerabilidad.
La CDMX enfrenta múltiples riesgos tanto de origen natural como humano. Algunos de los impactos más frecuentes tienen una causa hidrometeorológica, pero fenómenos geológicos, como los sismos del 19 de septiembre de 1985 y 2017 generaron grandes pérdidas económicas y de vidas.
Tras detectar sus fortalezas y debilidades, la CDMX adoptó un plan de resiliencia de reactivo en los próximos años, que le mereció ser seleccionada para formar parte de las 100RC.
La estrategia de resiliencia busca atender los principales retos de la ciudad a través de cinco ejes de trabajo que impulsan la implementación de acciones para mejorar las capacidades de adaptación, respuesta y desarrollo:
- Fomentar la coordinación regional.
- Impulsar la resiliencia hídrica como nuevo paradigma para el manejo del agua en la Cuenca de México.
- Planear para la resiliencia urbana y territorial.
- Mejorar la movilidad a través de un sistema integrado seguro y sustentable.
- Desarrollar la innovación y capacidad adaptativa.
LA RESILIENCIA DEL ÁREA METROPOLITANA DE GUADALAJARA
Integrada por nueve municipios, es la segunda metrópoli más grande de México, con una superficie total de 3,265.46 km2. La habitan cinco millones de personas en los 724 km2 de superficie urbanizada, de los cuales más de la mitad vive dentro de los municipios centrales de Guadalajara y Zapopan.
Por el continuo crecimiento de su población, aunado al cambio climático, el AMG tiene la necesidad crítica de abordar los problemas de gestión del agua, en particular la disponibilidad del agua potable. Además, por estar ubicada en la parte occidental de la Faja Volcánica Mexicana, tiene un alto riesgo de actividad sísmica.
Por las acciones gubernamentales realizadas en materia de innovación y cambió climático, el AMG fue elegida para formar parte de 100RC, en 2016. Sin embargo, este reconocimiento también implica un compromiso para superar los desafíos que implica ser una ciudad compacta, cercana y equitativa.
LA RESILIENCIA DE MONTERREY
Monterrey es la ciudad de México que recién se incorporó a la 100RC, apenas a finales de agosto de 2022. Con una población de cinco millones de habitantes, es uno de los motores económicos del país, alberga a prominentes empresas e industrias, y es un centro de innovación y emprendimiento en América Latina.
Pero si bien su economía es próspera, también enfrenta complejos retos que se han visto exacerbados por los efectos del cambio climático. La escasez de agua es uno de ellos y ha empeorado por las olas de calor extremo que se han intensificado en los últimos años.
Es por ello que actualmente la ciudad trabaja coordinadamente con las autoridades del estado de Nuevo León en identificar sus principales impactos agudos y estrés crónico Su objetivo central: desarrollar una estrategia integral de resiliencia urbana que trazará el camino hacia un futuro más seguro y resiliente para los habitantes de la ciudad.
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