2024: EL AÑO MÁS CALUROSO DE LA HISTORIA. ¿QUÉ NOS ESPERA EN 2025 Y COMO IMPACTARÁ AL SECTOR ASEGURADOR?
Los termómetros del mundo registraron a 2024 como el año más caluroso de la historia. Y, para 2025, los pronósticos tampoco son alentadores. Este calor extremo, por supuesto, está impactando a la industria aseguradora.
El 22 de julio de 2024, el mundo vivió una noticia alarmante: la temperatura global promedió alcanzó los 17.5°C. Fue el día más caluroso de ese año, según el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S).
Sin embargo, otras fuentes indican que ese día la temperatura podía haber alcanzado los 17.6°C. De ser así, de todos modos superaría el anterior máximo diario (17.08°C), registrado el 6 de julio de 2023, año más cálido registrado hasta entonces.
Como sea, el calor acrecentó y 2024 se situó como el año más caluroso registrado hasta la fecha. Según un análisis de los Centros Nacionales de Información Ambiental (NCEI) de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), en 2024, la temperatura de la superficie global fue de 1.29°C por encima de la media del siglo XX. Esta temperatura global es la más alta en el período de 1850-2024, superando el siguiente año más cálido (2023) por 0.10°C.
Por regiones, precisa la NOAA, África, Europa, Norteamérica, Oceanía y Sudamérica tuvieron su año más cálido registrado. En tanto, Asia y el Ártico tuvieron su segundo año más cálido registrado.
En consecuencia, ciudades como Roma, Atenas y Nueva Delhi reportaron temperaturas superiores a los 45°C. Este calor extremo no solo causó miles de muertes; también provocaron interrupciones en la infraestructura crítica, incluyendo cortes de energía y colapsos en sistemas de transporte.

Fuente: Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S)
UN ARDIENTE 2024: ¿MAYORES DESASTRES NATURALES Y MAYORES PÉRDIDAS?
Ese año marcó un punto inflexión en la percepción global del cambio climático. Y es que además de los récords térmicos, 2024 fue testigo de una serie de eventos meteorológicos extremos que afectaron diversas regiones del planeta.
Para una muestra están los incendios forestales, como los de Canadá, que alcanzaron dimensiones sin precedentes, con más de 5.3 millones de hectáreas consumidas por las llamas. O de inundaciones catastróficas como el caso del DANA, en España. Y qué decir de las severas sequías que enfrentaron África oriental y América Latina, reduciendo drásticamente las cosechas y generando crisis alimentarias que afectaron a millones de personas.
Este escenario catastrófico generó un aumento sin igual en las reclamaciones de seguros agrícolas, de propiedad y de salud. Según un reporte de la firma Munich Re, los desastres naturales de 2024 causaron pérdidas por 320,000 millones de dólares, de los cuales 140,000 mil millones dólares estaban aseguradas. En cuanto a las pérdidas aseguradas, fue el tercer año más costoso para las aseguradoras desde 1980; en términos de pérdidas totales, ese año ocupó el quinto lugar en la escala de costos, precisa la reaseguradora más grande del mundo.

2025: ¿OTRO AÑO DE CALOR EXTREMO?
12 de mayo de 2025, en la Ciudad de México: la tarde es sumamente calurosa; dependiendo de la zona de la metrópoli, la temperatura oscila entre los 30 y los 35°C. Es lógico, como alertó Francisco Estrada Porrúa, Titular del Programa de Investigación de Cambio Climático, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), nuestro país se calienta más que el promedio del planeta, “pues mientras el mundo lo hace aproximadamente 2°C por siglo, México lo hace 3.2°C”.
El calor no solo se incrementa en México. De acuerdo a especialistas de la NOAA, los efectos residuales de El Niño y las tendencias de calentamiento global continuarán alimentando eventos extremos.
Los pronósticos apuntan a una mayor frecuencia e intensidad de olas de calor en el hemisferio norte, sobre todo en áreas urbanas densamente pobladas que sufren el efecto de “isla de calor”. Además, se espera un incremento en la severidad de las tormentas tropicales y huracanes tanto en el Atlántico como en el Pacífico, elevando el riesgo de inundaciones, marejadas ciclónicas y daños por vientos en comunidades costeras.
También, el riesgo de incendios forestales continuará, especialmente en Norteamérica, la Europa mediterránea y Australia, regiones cuyas sequías prolongadas y altas temperaturas crean condiciones propicias para la propagación del fuego. Por si fuera poco, los científicos alertan sobre la aceleración de eventos pluviales extremos que provoquen inundaciones súbitas, aun en áreas no clasificadas como vulnerables.
Para la industria aseguradora, estos pronósticos representan mayores costos de siniestralidad, ajuste en las primas y el fortalecimiento de reservas. “Si 2024 fue el año más caliente, 2025 podría ser aún más disruptivo si las tendencias continúan”, alertó Munich Re en su reporte climático anual. En consecuencia, algunas aseguradoras ya toman medidas para limitar en zonas de alto riesgo, mientras exploran vulnerabilidades financieras.
PREPARACIÓN: CLAVE PARA UN 2025 MÁS CALIENTE Y RIESGOSO
La física es clara: cuando más alta sea la temperatura, más vapor de agua y mayor energía se libera al planeta. La máquina meteorológica del planeta se desplaza a una velocidad más alta y todo mundo paga el precio por empeorar el clima.
Ya vimos que 2024 encendió las alarmas: el clima extremo no es un escenario lejano; es una realidad actual que impacta vidas, bienes y economías. Para la industria aseguradora no solo es pagar siniestros más costosos; es adaptarse, innovar y acompañar a los gestión de riesgos climáticos emergentes.
Si las proyecciones anticipan un 2025 aún más caluroso y volátil, la preparación es la mejor inversión. ¿Cómo? Revisando modelos de riesgo, actualizando productos, educando a los clientes en medidas de prevención y actuación. Si las aseguradoras adoptan un enfoque proactivo no solo mitigarán pérdidas; también construirán una relación de confianza y valor a largo plazo con sus clientes, aconsejan los expertos en el tema.
El cambio climático no es una amenaza futura; es una realidad presente. Si eres parte del ámbito asegurador, un responsable de políticas públicas o un ciudadano comprometido, el tiempo de reaccionar es ahora. La información y los datos duros son un llamado de atención y no podemos permitirnos otro año como 2024. ¡No más!
El momento de prepararse y actuar es hoy. ¡Consulta a SINESTRY, tu socio estratégico en la gestión de riesgos!