¿CÓMO SER UN LÍDER CON INTELIGENCIA EMOCIONAL PARA GUIAR A TU EQUIPO AL ÉXITO?

¿Eres un líder dentro de tu organización y te gustaría guiar e inspirar a tu equipo hacia el camino del éxito? Entonces, lo que tú necesitas es ser un líder con inteligencia emocional. Aquí te decimos cómo lograrlo.

¿Estás al frente de un equipo o coordinas un proyecto? Si este es tu caso, quizá has escuchado algo sobre la inteligencia emocional, esa habilidad que tienen algunas personas para manejar sus emociones, ponerse en los zapatos de los demás y conseguir sus objetivos.

Si te gustaría saber cómo manejar tus emociones para ser un mejor líder, ¡sigue leyendo!

El término “inteligencia emocional” lo acuñó el psicólogo, periodista y escritor estadounidense Daniel Goleman, que en 1995 trepó a la fama mundial por su libro “Emotional Intelligence”. Este concepto se refiere a la habilidad para tomar conciencia de nuestras emociones y de las de los demás, analizarlas y responder con ellas con coherencia y madurez, obteniendo resultados positivos para nosotros y para quienes nos rodean.

Goleman conecta las cualidades de la inteligencia emocional directamente con el liderazgo. Según su teoría, la IE consta de dos niveles: intrapersonales e interpersonales. Estos, a su vez, se derivan en cinco componentes. Vamos por partes. 

  • Autoconocimiento: Es la capacidad para identificar las propias fortalezas y debilidades, así como de comportarse en el lugar de trabajo de forma de capitalizar las primeras y minimizar las segundas. 
  • Autorregulación: Describe la capacidad de controlar las emociones, ya sean negativas o positivas, con el fin de mantener un comportamiento más adecuado a la práctica profesional y la actividad. 
  • Motivación: Representa la voluntad de logro (entusiasmo, empuje, ambición), en forma independiente de los obstáculos.
  •  Empatía: Es la comprensión intuitiva del líder de las necesidades no técnicas del personal y la capacidad de comunicar esa comprensión efectiva. 
  • Habilidad social: Es la capacidad de un líder de aprovechar las relaciones para promover sus ideas, a través de la simpatía, confianza y respeto. 

Fuente Martha Laura Jiménez Monroy

LA IE COMO HERRAMIENTA DEL LIDERAZGO

Como especialista en recursos humanos y desarrollo organizacional, la psicóloga Martha Laura Jiménez Monroy también enarbola la teoría de Goleman de que la inteligencia emocional es “el sine qua non del liderazgo”. En consecuencia, con ello redondea: “No hay un líder si no hay una inteligencia emocional.  Y es la conjunción de ambas las que conducen al éxito”.

Por su experiencia como jefe de talento humano en diversas organizaciones, Jiménez sostiene que un líder que utiliza la inteligencia emocional ejerce un liderazgo transformacional, capaz de crear un cambio valioso y positivo en sus seguidores al motivarlos a actuar y a desarrollarse de forma activa.

En ese sentido, y retomando las teorías de Travis Badberry, psicólogo clínico e industrial y autor del libro “Inteligencia Emocional 2.0”, enlista las características que distinguen a un líder que hace uso de la inteligencia emocional:

  • Humildad 
  • Conexión con la gente
  • Accesibilidad
  • Paciencia
  • Generosidad
  • Lee a las personas
  • Detecta el potencial
  • Es positivo
  • Tiene algo que decir
  • Integridad

Al tomar en cuenta ese conjunto de características, la psicóloga Jiménez, dice que “un buen líder es aquel que encauza de forma positiva, moviliza resonancia, entusiasmo y alcanza metas elevadas. Por el contrario, “un mal jefe encauza de manera negativa, genera disonancia, resentimiento, ansiedad y desintegración grupal”.

CÓMO LA INTELIGENCIA EMOCIONAL DE UN LÍDER IRRADIA A SUS COLABORADORES

Aunque el campo de la inteligencia emocional es bastante amplio, enfocado solo al aspecto organizacional, la también docente sostiene que la inteligencia emocional del líder “irradia” y, seguramente va a repercutir en la inteligencia emocional de sus colaboradores.

Jiménez asegura que el colaborador que forma parte de una organización donde impera la inteligencia emocional hace que se genere una inteligencia emocional organizacional. “La inteligencia emocional no es la panacea, pero sí un factor que contribuye al desarrollo íntegro de los individuos”, agrega.

Ahora bien, tampoco niega que, aun en el mejor ambiente organizacional, se pueden presentar diferentes tipos de crisis. ¿Cómo responder ante esas crisis? Su respuesta tiene dos enfoques muy distintos.

El primer enfoque sería asumiendo que la situación es negativa lo mismo que su repercusión. ¿Cuál es la acción que genera esa actitud negativa? “Me atrinchero, me cierro, me bloqueo y no puedo responder, generando un deterioro sustancial en mi desempeño”.

Por otro lado, está la opción de evitar esa repercusión negativa. ¿Cómo? “Siendo inteligente emocionalmente; identificando y manejando esas emociones”, ejemplifica.

La experta en desarrollo organizacional es de la opinión que, de las peores crisis, también se puede sacar algo positivo. “No debemos perder de vista que los conflictos y las crisis son potencial de desarrollo; sí yo sé identificar y manejar de forma efectiva mis emociones, puedo lograr una eficacia dentro de mi desarrollo y dentro de los demás”, argumenta.

¿CÓMO CULTIVAR LA INTELIGENCIA EMOCIONAL COMO LÍDER EN UNA ORGANIZACIÓN?

La respuesta a esta pregunta es muy sencilla: ejercitándola a diario, así como se desarrolla un músculo, un hábito o una disciplina. Suena fácil, pero hay varios elementos que pueden permitirte desarrollar y hacer crecer tu inteligencia emocional:

  • Identifica la acción que hay detrás de cada uno de tus actos y de los demás.
  • Controla tus pensamientos.
  • No te dejes engañar por apariencias emocionales. No las bloquees; contrólalas y manéjalas de una forma efectiva.
  • Aprende a leer tu lenguaje corporal y el de los demás.
  • Identifica el porqué de los demás.
  • No juzgues por la forma en que te sientes.
  • Desarrolla y amplía tu lenguaje emocional.
  • Expresa tus emociones de forma asertiva.
  • Practica, practica y practica.

En este punto, es bueno tomar como conclusión la reflexión que sobre el tema hace la psicóloga Jiménez: “La inteligencia emocional no es innata; la vamos construyendo en el día a día. Pero solo una actitud analítica y crítica nos puede conducir al desarrollo”.

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