¿QUÉ TAN EXPUESTA ESTÁ LA CIUDAD DE MÉXICO A LOS DESASTRES NATURALES?

Los sismos del 19 de septiembre de 1985 y 2017 son un recordatorio de lo expuesta que está la Ciudad de México a los desastres naturales. 

Desde la fundación de Tenochtitlán sobre una zona sísmica y cerca de un volcán, el riesgo se ha convertido en una constante para la ahora CDMX. 

Por su situación geográfica y contexto socioeconómico, la Ciudad de México (CDMX) presenta múltiples riesgos naturales y humanos. En consecuencia, es una ciudad altamente expuesta a los desastres.

Los desastres, como explica la Comisión Económica para la América Latina y el Caribe (Cepal), son consecuencia de la combinación de dos factores: por un lado, los fenómenos naturales capaces de desencadenar procesos que provocan daños físicos y pérdidas de vidas humanas y de capital; por el otro, la vulnerabilidad de las personas y los asentamientos humanos. “Estos eventos alteran las condiciones de vida de las comunidades y las personas, así como la actividad económica de los países”, puntualiza.

El estudio titulado “CDMX en Riesgo”, elaborado por México Previene, A.C., muestra que, en tiempos recientes, la CDMX ha sido afectada por diversos fenómenos naturales como sismos, inundaciones e incendios. La siguiente tabla muestra los impactos en la población afectada y los costos económicos por estos tres tipos de fenómenos, entre 1980 y 2013.

Fuente: Estrategia de Resiliencia CDMX. Oficina de Resiliencia CDMX.

Como se observa en la tabla, los costos económicos directos más elevados han sido los geológicos y han estado asociados con los daños del terremoto de 1985. Sin embargo, los riesgos hidrometeorológicos han repercutido más sobre la población de la CDMX.

SISMOS Y SU IMPACTO EN LA CDMX

La capital del país es una zona de intensa actividad sísmica por la existencia de fallas geológicas en todo el territorio, y que generan constantes movimientos telúricos de baja intensidad. Además, la Cuenca del Valle de México se localiza sobre uno de los más importantes rasgos fisiográficos del país: la Falla Volcánica Trans-Mexicana, rodeada de importantes volcanes como el Popocatépetl, el Ajusco y el Nevado de Toluca.

Las zonas más vulnerables de la CDMX presentan un mayor movimiento sísmico por el agua que existe por debajo del pavimento y los suelos muy blandos con altos contenidos de agua favorecen la amplificación de las ondas sísmicas. El norte y el oriente de la ciudad son las zonas más vulnerables ante sismos de gran magnitud.

El 19 de septiembre de 2017 la CDMX sufrió una marca profunda, al registrarse un sismo con una magnitud de 7.1. Este terremoto provocó la muerte de 228 personas, afectó a 1.8 millones de personas, registró daños a 14,812 viviendas, 762 escuelas y 143 hospitales. En total, los daños superaron los $43,996 millones de pesos.

INUNDACIONES Y SU IMPACTO EN LA CDMX

Por su localización, la capital del país ha padecido inundaciones históricas. En su zona urbana cada año caen en promedio poco menos de 600 millones m3 de agua, 2.1 veces el volumen provisto al año por el Sistema Cutzamala, que representa 27% del suministro que recibe la ciudad.

Por si fuera poco, la basura acumulada en la calle, la falta de mantenimiento, el desaprovechamiento del agua pluvial, el hundimiento diferenciado del suelo y la falta de mantenimiento de la red de drenaje agudizan las inundaciones en la ciudad. Las lluvias torrenciales se concentran en las zonas oeste y centro. Pero también entre los meses de junio a septiembre, temporada en la que cae 76% del agua pluvial.

Uno de los años que más afectaciones económicas presentó la ciudad fue 2010, con $758.30 millones de pesos. Específicamente, en el mes de febrero se registraron intensas lluvias, ocasionando inundaciones y desbordamientos de canales. Resultaron afectadas 42,670 personas, 8,534 viviendas y 154 escuelas. El total de los daños fue por $345.86 millones de pesos.

INCENDIOS Y SU IMPACTO EN LA CDMX

Por su situación orográfica, la CDMX está restringida a la libre circulación de vientos y a una buena ventilación la mayor parte del tiempo. Por ello, es susceptible tanto a incendios urbanos como forestales.

Por lo que toca a los primeros, el crecimiento demográfico, los procesos propios del desarrollo en la industrial, el uso más frecuente de sustancias inflamables peligrosas, y la falta de precaución en su manejo, son factores que propician un aumento significativo en la magnitud y frecuencia de los incendios.

Baste recordar que en enero de 2015 se presentó una fuga en una pipa de gas que surtía al Hospital Materno Infantil, en la alcaldía Cuajimalpa. Derivado de ello, se provocó una explosión en la que perdieron la vida cinco personas, 73 resultaron lesionadas y 91 viviendas y afectó a 91 viviendas. En total, los daños se calcularon en $146.9 millones de pesos.

GESTIÓN DE RIESGOS: LA GRAN LECCIÓN

Como bien dice el documento de México Previene, A.C., conocer lo que significa la gestión de riesgos es fundamental para anticipar medidas y, así, evitar efectos negativos de los desastres, y proceder eficazmente en la recuperación al desastre con acciones de mitigación que reduzcan los riesgos futuros.

El estudio enfatiza que la gestión de riesgos de desastres en la planificación del desarrollo de la CDMX puede revertir la actual tendencia del aumento de los impactos causados por los desastres. “Si todos los involucrados actúan de manera decidida, se pueden salvar vidas y bienes”, concluye.

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