¿CÓMO AFECTARÁ EL CAMBIO CLIMÁTICO A LAS EMPRESAS Y CÓMO DEBEN ACTUAR?
El cambio climático representa una amenaza multifacética para las empresas a nivel global, afectando su operatividad y sostenibilidad a largo plazo. Pero, ¿qué riesgos deben preocupar más a los líderes empresariales y cuál es la mejor forma de prepararse para un futuro más verde?
El cambio climático está modificando la forma en que vivimos y trabajamos. Ese es un hecho irrefutable, y lo será todavía más conforme pasa el tiempo.
Sus efectos ya se están sintiendo en muchas compañías de la mayoría de los giros industriales. Paradójicamente, un análisis de Zurich Insurance Group señala que el cambio climático y la transición hacia un futuro verde podrían crear nuevas industrias y nuevas coyunturas de crecimiento para los negocios, trayendo consigo nuevos trabajos que podrían revitalizar las economías.
Sin embargo, como en toda dualidad de crisis-oportunidad, la misma firma de seguros advierte que casi todas las industrias también están amenazadas por los efectos del cambio climático, ya sea directa o indirectamente. Por ello, propone que las empresas piensen en las formas en que la crisis climática podría afectar su negocio, considerando tres categorías de riesgos: físicos, de transición y de responsabilidad.
RIESGOS FÍSICOS: ¿SU EMPRESA ESTÁ AMENAZADA POR EL MEDIO AMBIENTE?
Los riesgos físicos del cambio climático son amenazas inmediatas que provienen del medio, tales como inundaciones, huracanes, sequías, incendios forestales y otros peligros naturales que pueden causar daños significativos a la infraestructura y a la cadena de suministros.
Por ejemplo, el Banco Mundial estima que 1,800 millones de personas (23% de la población global) está directamente expuesta a inundaciones superiores a 0.15 metros que ocurren una vez cada 100 años. A la vez, según World Health, para 2030, 700 millones de personas corren el riesgo de ser desplazadas como resultado de sequías.
Los grandes fenómenos meteorológicos ya tienen un impacto en los negocios. Siguiendo al informe “2024 Climate and Catastrophe Insight”, preparado por AON, las pérdidas económicas causadas por desastres naturales globales en 2023 fueron de 380,000 millones de dólares, mientras que solo 118,000 millones de dólares de estas pérdidas estaban cubiertas por seguros.
Un sector particularmente expuesto a los riesgos físicos es el agrícola, ya que inundaciones o sequías, al igual que el frío o el calor, pueden representar amenazas para los cultivos y el ganado. Por poner un ejemplo, la Oficina Australiana de Economía Agrícola y de Recursos informó que los agricultores han perdido más de mil millones de dólares australianos en los 20 años transcurridos hasta 2019 debido a las sequías.
Otro sector en riesgo físico inmediato por el cambio climático es el turismo. En Estados Unidos, a medida que aumentan las temperaturas, las estaciones de esquí se están reduciendo y lo harán más. ¿Cuánto? Estimaciones científicas calculan una reducción de 50% para 2050 y hasta de 80% para 2090. En otro continente, un informe de 2023 de la Comisión Europea de Viajes reveló que 7.6% de los turistas considera el clima extremo como una preocupación importante para viajar dentro de Europa.
RIESGOS DE TRANSICIÓN: ¿SU EMPRESA ESTÁ ABORDANDO EL CAMBIO CLIMÁTICO?
Los riesgos de transición surgen de la adaptación a nuevas políticas y regulaciones ambientales, así como de los cambios en las tendencias de consumo y tecnología. Estos riesgos pueden resultar en costos operativos más altos y en una posible devaluación de activos que ya no sean sostenibles o aceptables bajo los nuevos estándares ambientales.
Especialmente, la industria energética es muy vulnerable a los riesgos transitorios conforme se aleja de los combustibles fósiles a fuentes de energía más limpia, dice la International Energy Agency. Otro sector expuesto a estos riesgos es el minero. Al respecto, la firma S&P Global ejemplifica que la minería de metales preciosos podría correr riesgos financieros debido a políticas que introducen precios al carbono.
RIESGOS DE RESPONSABILIDAD: ¿SU EMPRESA CUMPLE LAS EXPECTATIVAS CLIMÁTICAS LEGALES?
Los riesgos de responsabilidad surgen de la falta de mitigación, adaptación, divulgación o cumplimiento de las expectativas legales y regulatorias cambiantes. De hecho, los litigios climáticos están aumentando en todo el mundo. De acuerdo al ONU Programa para el Medio Ambiente, el número total de casos judiciales sobre cambio climático se ha duplicado entre 2017 y 2022.
Las empresas que contaminan son las más expuestas a posibles litigios. Pero también lo están las que no consideran el cambio climático futuro en sus productos y servicio. Por decir un ejemplo, el análisis de Zurich se refiere a los ingenieros estructurales o promotores inmobiliarios que no toman en cuenta una mayor intensidad de lluvia en el diseño de sistemas de drenaje.
¿CÓMO DEBEN RESPONDER LAS EMPRESAS AL CAMBIO CLIMÁTICO?
Como hace ver Amar Rahman, Director Global de Soluciones Climáticas y de Sostenibilidad de Zurich Resilience Solutions, “cualquier empresa se ve afectada por diferentes proporciones de estos riesgos”. Por ello, recomienda “considerarlos tanto a corto como a largo plazo”.
Expone que los riesgos climáticos deben verse como riesgos comerciales centrales, y su mitigación parte de la estrategia comercial. Del mismo modo, plantea que, debido a que los efectos del cambio climático y los riesgos que implican se transforman constantemente, los análisis de riesgos deben realizarse con regularidad. “Estas medidas podrían llevar a que las empresas inviertan en nuevas tecnologías, se trasladen a nuevas áreas de la industria o adapten sus modelos de negocio”, precisa.
Eso sí, advierte que las empresas no deberían actuar solas, sino aprovechar la experiencia y considerar las necesidades de otras partes interesadas, incluyendo el mundo académico, los reguladores, los organismos gubernamentales, las comunidades. También incluye a las aseguradoras que pueden desempeñar un papel clave, ya que quieren proteger a sus clientes y pueden compartir sus conocimientos y experiencia en gestión de riesgos.
En conclusión, tomar medidas para mitigar el impacto en el planeta es vital, aunque también tiene un sentido financiero. Al actuar ahora, las empresas pueden reducir los riesgos derivados del cambio climático e, incluso, aprovechar las oportunidades de un futuro más verde. “Las empresas que identifiquen y actúen ahora sobre los riesgos climáticos tendrán más posibilidades no solo de sobrevivir, sino también de prosperar en un nuevo mundo neto cero”, remata Rahman.
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